Hemos hecho un largo inciso para recapitular conocimientos sobre genética. La Neo-ortogénesis nos ha mostrado un amplio catálogo de regresiones evolutivas.
Entre los insectos existen numerosos casos de pérdida de alas (con tendencia al parasitismo) en heterópteros, homópteros, anopluros, malófagos, psocópteros, estrepsípteros, himenópteros, sifonápteros, etc. Entre las cochinillas o cóccidos "las especies más evolucionadas ofrecen una serie de regresiones morfológicas, como pérdida de patas, alas, antenas, ojos, a menudo piezas bucales, todos los machos de cóccidos están desprovistos de estiletes y rostro; el orificio bucal no es funcional" (Grassé, 1976).
Después de exponer todo lo visto, Domenech cierra entusiásticamente el capítulo de la siguiente manera: “Las macromutaciones, el saltacionismo y los monstruos prometedores de Goldsmitch han sido demostrados, y con estos, lo fácil que resulta incrementar la complejidad de forma súbita o regresar a estados pasados. Algunos críticos creen que regresión significa volver por los mismos pasos evolutivos ya recorridos. Diremos, para su satisfacción, que la regresión es todo lo contrario: es avance, pero avance por el camino contrario al de la complejidad, es decir, el de la simplificación”.
Prometheus (2012) de Ridley Scottcuenta la historia de una arqueóloga que ha descubierto que los hombres han sido creados por ingenieros extraterrestres que vinieron a experimentar en la Tierra. Estos seres han dejado pistas de su probable procedencia en sitios de diferentes culturas antiguas formando un mapa interestelar el cual los llevara a su planeta de origen.
En Biología evolutiva, monstruo prometedores un organismo con un fenotipo profundamente mutante que tiene el potencial para establecer un nuevo linaje evolutivo. El término se utiliza para describir un evento de especiación saltacional, el cual puede contribuir a la producción de nuevos grupos de organismos. La frase fue acuñada por el genetista alemán Richard Goldschmidtquien pensaba que los cambios pequeños y graduales, que explican satisfactoriamente los cambios microevolutivos, no pueden explicar la macroevolución.
Goldschmidt The material basis of evolution (1940)
Los partidarios de la Teoría sintética de la evolución ponen en duda la teoría de Goldschmidt expuesta en The material basis of evolution(La base material de la evolución, 1940). La tesis de Goldschmidt fue universalmente rechazada y ampliamente ridiculizada dentro la comunidad científica, quien favorecía las explicaciones neodarwinistas de R.A. Fisher, J. B. S. Haldane y Sewall Wright.
No obstante, Stephen Jay Gouldexpuso en 1977 que los genes o secuencias reguladoras ofrecían cierto apoyo a los postulados de Goldschmidt y que había evidencia sobre los cambios que se producen por evolución saltacional, más que por evolución gradual.
Gradualismo y macroevolución
Gould insistió que la creencia de Charles Darwin en el gradualismo no fue jamás un componente esencial de su teoría de evolución por selección natural. Thomas Henry Huxleytambién advirtió a Darwin que había sobrecargado su trabajo "con una innecesaria dificultad al adoptar sin reservas el principio Natura non facit saltum." Huxley temía que ese supuesto podría desalentar a aquellos naturalistas que creían que los cataclismos y los grandes saltos evolutivos jugaban un papel significativo en la historia de la vida.
S. J. Gould
Gould escribió “que las grandes transiciones estructurales pueden ocurrir rápidamente sin una serie de suaves estados intermedios (...) queda reflejado en el libro (…) de 1940 de Goldschmidt (donde) específicamente invoca los genes para el desarrollo como potenciales hacedores de monstruos prometedores”.
En biología, se denomina saltación(del Latín, saltus) a un cambio repentino y de gran magnitud producido entre una generación y la siguiente. Se denomina saltacionismoa la hipótesis que, en teoría evolutiva, se enfrenta al gradualismo darwinista y propone la saltación como mecanismo de especiación.
La poliploidía(común en las plantas y rara en los animales) puede ser considerada como un tipo de saltación: sucede en una sola generación y consiste en un cambio significativo que da lugar a una especiación
Aunque en sus inicios se propusieron teorías alternativas, la teoría de Darwin que dio origen y forma parte esencial de la síntesis evolutiva moderna es mayoritariamente aceptada por la comunidad científica. Tanto la existencia de un proceso evolutivo general para los seres vivos como la teoría actual son principios incontrovertidos entre los biólogos desde hace casi un siglo, no existiendo evidencia científica sólida en contra, según la Wikipedia.
Sobre la definición de evolución
Una de las principales fuentes de confusión en el debate creación-evolución es la definición de la propia palabra «evolución». En el contexto biológico, la evolución es el simple cambio genético en poblaciones de organismos en generaciones sucesivas. Aunque coloquialmente el término pueda connotar un cierto mejoramiento gradual, en biología, el vocablo evolución no significa “mejora” (Historia de las objeciones y críticas a la teoría de la evolución).
Tomada en este sentido la palabra está mal empleada, lo mismo ocurre con la idea de «devolución biológica» (evolución hacia atrás), pues el concepto de evolución es incompatible con la reversibilidad de un hecho o con la idea de que la evolución tiende hacia una meta específica (cf. ortogénesis), como pueda ser la aparición del ser humano o la inteligencia surgiendo de la materia. En realidad la evolución de los organismos no trae aparejada necesariamente como consecuencia una mejora; los avances son solo situacionales. Los biólogos no consideran a ninguna especie como «más evolucionada» o «avanzada» que otra, incluyendo a los humanos.
Devolución o involución humana
El creacionismo
La invención de la involución humana es obra de los creacionistas, quienes, además, sostienen irracionalmente que la esperanza de vida es cada vez menor. Aseguran que el ser humano está en involución, como lo demuestra –según ellos- que cada vez hay más enfermedades genéticas, como consecuencia de la degeneración del ADN. Si queréis ampliar el tema podéis consultar el blog ¿Qué me estáis contando?
Según la Real Academia de la Lengua, el término involución significa “Detención y retroceso de una evolución biológica, política, cultural, económica, etc.“. Los científicos aseguran que la evolución no recapitula, es decir, nunca vuelve hacia atrás.
Podrá desviarse, podrá modificar lo modificado, podrá hacer desaparecer órganos que surgieron previamente, pero al igual que las aguas de un río no retornan hacia arriba por el mismo cauce, un organismo que sufre modificaciones a lo largo de su historia evolutiva no puede simplemente dar marcha atrás y deshacer lo hecho. Por ello, la involución es un fenómeno inexistente en la naturaleza. Pero además ¿como puede un creacionista proponer un mecanismo involutivo?. No se puede afirmar que no existe evolución pero sí involución.
J. M. Hernández, ¿Qué me estáis contando?
Tampoco es fácil saber si la degeneración del ADN está sucediendo actualmente, puesto que tenemos un conocimiento muy reciente del genoma humano (2003), por lo que resulta imposible saber si tenemos un mayor o menor número de genes funcionales que nuestros ancestros. El aumento o no del ADN no codificante (antiguamente denominado ADN basura) tampoco es un síntoma de degeneración, puesto que no podemos saber si es realidad o no su aumento y, por otra parte, hoy se sabe que este material genético es menos inútil de lo que se pensaba hace años, contribuyendo con varias funciones como la estabilidad del cromosoma o la regulación de genes funcionales. Muchos autores piensan que el ADN no codificante puede suponer una fábrica de “pregenes” que, si alcanzan funcionalidad, pueden ser incorporados al elenco codificante.
Los creacionistas afirman que han aumentado las patologías genéticas y que cada vez hay más malformaciones genéticas. Esto es falso, lo cierto es que cada vez se descubren nuevas enfermedades que tienen sus orígenes en causas genéticas. Estas enfermedades antes también existían pero no se sabían sus causas.
Otra supuesta “prueba” que esgrimen los creacionistas como argumento de la involución humana es que cada vez hay una mayor incidencia de malformaciones genéticas. Esta afirmación es, simplemente, falsa. Se basa en dos supuestos que son incorrectos o, al menos incorrectamente interpretados para hacerlos coincidir con sus tesis apocalípticas: el que cada vez hay más enfermedades genéticas nuevas y cada vez muere más gente por causas genéticas. Ambos planteamientos son falsos, como veremos a continuación.
La progeria es una enfermedad genética de la infancia extremadamente rara, caracterizada por un envejecimiento brusco y prematuro.
Las enfermedades genéticas se producen por una alteración del ADN, sea por mutación de un gen activo que produce entonces una proteína defectuosa, sea por la alteración de los genes de regulación, que provocan una incorrecta expresión de los genes codificantes. No todas las patologías genéticas son heredables -como ocurre con algunos tipos de cáncer-, ya que para pasar a la siguiente generación es necesario que la alteración se produzca en los cromosomas de las células germinales -las que producirán óvulos o espermatozoides-.
Nuestro conocimiento de este tipo de enfermedades se remonta a los orígenes de la humanidad, como es el caso del síndrome de Dawn. El descubrimiento de un “nuevo gen” que produce tal o cual patología no significa que haya aparecido en ese preciso momento, podría llevar miles o millones de años existiendo, sin que lo hubiéramos descubierto. Así pues, para enfermedades conocidas, cada vez descubrimos un mayor número de causas genéticas.
Desde mediados del siglo XX, más de 4.000 enfermedades genéticas han sido caracterizadas. Erróneamente, muchos creacionistas interpretan el dato como que han aparecido más de 4.000 enfermedades genéticas de la nada.
La ictiosis arlequín es una enfermedad de la piel extremadamente rara del grupo de las llamadas genodermatosis. Debe su nombre al aspecto que tienen los recién nacidos con la enfermedad, que recuerda a un disfraz de arlequín. La ictiosis tipo Arlequín es una enfermedad genética rara de la piel caracterizada por escamas grandes y gruesas que aparecen en toda la piel, como a su vez se nace con los párpados volteados por lo que en lugar de ojos se observan los párpados totalmente rojos. Se asocia generalmente deformidades faciales características y a menudo anomalías en otras partes del cuerpo, especialmente en el tórax
Las únicas constataciones de nuevas alteraciones genéticas reportadas por la comunidad médica no son producto de ninguna degeneración del ADN, sino de la exposición a materiales radioactivos y a otros mutágenos. Y de hecho, como puede comprobarse en cualquier informe de la OMS, las enfermedades realmente nuevas -aquellas que no habían aparecido con anterioridad en el planeta- son en su práctica totalidad enfermedades infecciosas, provocadas por la mutación o expansión de organismos patógenos, fundamentalmente virus y bacterias.
Las mutaciones, las alteraciones genéticas, son un proceso que lleva ocurriendo desde el origen de la vida. Sin embargo, de ahí a decir que están aumentando cada vez más produciendo la involución del ADN, es un despropósito semejante a afirmar que cada vez se están creando de la nada más y más planetas extrasolares de la nada porque todos los meses descubren los astrónomos alguno nuevo.
J. M. Hernández, ¿Qué me estáis contando?
Resulta totalmente falso el decir que cada años aumentan las muertes por enfermedades genéticas. Desde el inicio de los tiempos, los seres humanos se mueren de aquello que no saben curar. Los avances médicos permiten tratar, curar y reducir la mortalidad de un número cada vez mayor de enfermedades. Hoy no morimos de peste, de infecciones en heridas o de apendicitis, enfermedades que en tiempos pasados segaron millones de vidas; morimos de lo que aún no sabemos curar: SIDA, Alzheimer, Cáncer, etc.
En tiempos pasados la inmensa mayoría de la población habría muerto joven y de enfermedades infecciosas. Hoy día, al tratar y curar esas alteraciones, las edades de muerte son muy superiores. Sin embargo, los creacionistas dicen que ha aumentado la mortalidad infantil. Aquí concurre otra vez la mala interpretación de las estadísticas junto con la tergiversación para adaptar los datos a las tesis sobre degeneración humana. Hace un siglo, en España, la tasa de mortalidad infantil era mucho más elevada que ahora. Es decir, morían muchos más niños antes de alcanzar la edad adulta y de ellos, un porcentaje muy bajo lo hacían por causas genéticas conocidas. Hoy día mueren muchos menos niños, pero el porcentaje de muertes por causas genéticas es mayor. ¿Significa eso que han aumentado las muertes producidas por patologías genéticas? De nuevo, no. Lo que significa es que hemos reducido mucho la tasa de mortalidad infantil, sobre todo a expensas de tratar enfermedades infecciosas, y en menor medida de las genéticas. Así, hemos reducido el número de muertos, pero al haber reducido más el producido por infecciones que por mutaciones, las proporciones finales de causas de mortalidad cambian, dice J. M. Hernández, ¿Qué me estáis contando?
Una última estupidez creacionista es la que, basándose en los relatos bíblicos del antiguo testamento sobre la longevidad de los patriarcas antediluvianos, sostienen que actualmente decrece la duración de la vida del ser humano.
Según la Biblia, los patriarcas antediluvianos vivieron cerca de novecientos años -salvo escasas excepciones -, longevidad que cayó bruscamente tras el diluvio hasta los 600 años, y disminuir progresivamente hasta los 70-80 años en los tiempos de José y Jesús de Nazareth, y siguió disminuyendo hasta hoy en día: en la actualidad, solo los países desarrollados la mantienen gracias a los cuidados “paliativos” que ofrece la medicina moderna.
Matusalén. Piero Della Francesca (1550).
Las únicas referencias a edades tan descabelladas son las que aparecen en la Biblia, que carece de rigor histórico como es mundialmente aceptado tanto por historiadores como por gran parte del mundo cristiano, así como en ciertos documentos mesopotámicos, como el sumerio fechado hacia el 2.600 a.C. que da unas duraciones de reinado para los primeros monarcas que llegan a superar los 40.000 años. Al igual que ocurre en la Biblia, los documentos de Nippur son considerados por los historiadores una mezcla de mitología e historia, donde se narran personajes mitológicos de los cuales solamente algunos poseen un trasfondo histórico. Ademas, los historiadores han demostrado que la biblia procede de la mitología mesopotámica que incluye los longevos reyes sumerios (el rey Ziusudra, que fue el Noé sumerio).
Los científicos opinan, que desde su aparición hace unos 200 mil años, la especie humana ha mantenido el mismo potencial de vida. La prolongación de la vida humana se consigue por la mejora de la calidad de vida y atención sanitaria. La oscilación de estos factores ambientales produce el consiguiente eco en las tasas de mortalidad; la incidencia del VIH ha hecho descender puntualmente la esperanza de vida en varias zonas del continente africano, mientras que los países desarrollados, con una mayor calidad alimentaria y sanitaria son los que presentan una esperanza de vida más elevada.
La francesa Jeanne Louise Calment, que falleció en 1997 a los 122 años y 164 días, es la persona que más ha vivido en el mundo
Es creencia sostenida por muchos darwinistas que la evolución requiere que los organismos se vuelvan más complejos, sin embargo esto es falso. A pesar de que la historia de la vida puede parecernos que refleja esta complejidad creciente en los organismos, en realidad, esta complejidad es una consecuencia de las circunstancias específicas de la evolución en la Tierra, lo cual hace frecuentemente una mayor complejidad más ventajosa, y de la propia selección natural.
Dependiendo de la situación, la complejidad de los organismos puede o bien aumentar o disminuir, o mantenerse de la misma forma, y estas tres modas han sido observadas en la evolución biológica; de hecho, la disminución en complejidad es excesivamente común.
Los ataques de los creacionistas a la teoría de la evolución y sus ansias de refutarla en realidad se basan en la falacia del hombre de paja, por tanto, no se dirigen hacia los argumentos de la evolución biológica. Los defensores del creacionismo y del evolucionismo en varias ocasiones sólo realizan conversaciones sin conexiones.
La falacia del hombre de paja o del espantapájaros es una falacia que consiste en caricaturizar los argumentos o la posición del oponente, tergiversando, exagerando o cambiando el significado de sus palabras para facilitar un ataque lingüístico o dialéctico. Su nombre hace alusión a que el argumentador no combate los argumentos contrarios, sino una imitación falsa y vulnerable de los mismos (el «hombre de paja», ver “Prejudicis cognictius”) a fin de dar la ilusión de vencerlos con facilidad. Esto lo podemos entender con un ejemplo:
Si yo digo que me parece mal que los adolescentes regresen a altas horas de la madrugada a casa, otro podría decir que obligar a nuestros hijos a quedarse encerrados en casa es perjudicial para su desarrollo emocional. Sin embargo, yo en ningún momento he dicho que los jóvenes deban permanecer encerrados en casa, ni por supuesto, tampoco he dicho que al salir de la casa los adolescentes se van a volver sádicos, drogadictos y violadores.
Alguien ha puesto en mi boca palabras que yo no he dicho.
Otras críticas a ka Teoría de la evolución
Entre las primeras críticas de la Teoría de la evolución se encuentra la que hizo el filósofo Karl Popper, cuyo principal cuestionamiento al darwinismo se refiere al carácter tautológico o cuasi-tautológico de sus postulados que pretenden explicar la evolución mediante la supervivencia del más apto. Según Popper:
"No parece haber mucha diferencia -si es que la hay- entre decir 'los que sobreviven son los más aptos' y la tautología 'los que sobreviven son los que sobreviven'. Esto es así porque me temo que no hay más criterio de aptitud que la supervivencia efectiva, de manera que del hecho de que haya sobrevivido un organismo concluimos que era el más apto o el más adaptado a las condiciones vitales".
Popper
Posteriormente, Popper rectificó su posición en su ensayo Natural Selection and the Emergence of Mind. Sin embargo, continúa pensando que no explica completamente la evolución. El darwinismo, a pesar de ser metafísico, sería una ayuda inestimable para la investigación científica. Aunque no puede explicar la gran variedad de formas que se han dado en la evolución terrestre, su valor estaría en sugerir la existencia de unos mecanismos de adaptación de los seres vivos al medio como una vía de explicación racional.
La teoría de Darwin, a medida que era aceptada en los círculos científicos, se encontraba con una fuerte resistencia religiosa. Según las objeciones religiosas, Dios (u otras deidades en otras religiones) creó el mundo y a los seres vivos con un propósito divino (cosmogonía).
Las objeciones científicas al mecanismo de la selección natural surgieron de teorías como el Lamarckismo y la ortogénesis. La cuenta gradualista de Darwin encontró posiciones tanto en el saltacionismo y en el catastrofismo. Además, el mecanismo específico de herencia genética propuesto por Darwin, pangénesis, carecía de evidencias.
La pangénesises la teoría defendida por Anaxágoras, Demócrito y los tratados hipocráticos según la cual cada órgano y estructura del cuerpo producía pequeños sedimentos llamados gémulas, que por vía sanguínea llegaban a los gametos. El individuo se formaría gracias a la fusión de las gémulas de las células.
En 1867 Fleeming Jenkinpublicó en la North British Review una recensión de El origen de las especiesen la que argüía que la herencia por mezcla actúa como barrera para la transmisión de las variaciones, pues tiende a neutralizarlas: si sólo uno de los dos progenitores posee el nuevo rasgo, la mezcla del material hereditario amortiguará la variación, haciéndola desaparecer en pocas generaciones. Darwin arguyó que sólo las grandes variaciones se ven afectadas por esta objeción, dado que las variaciones leves resultan muy frecuentes en grupos con gran número de individuos. Francis Galtonopuso a la teoría de la pangénesis los resultados de un experimento: hizo transfusiones de sangre entre conejos que no produjeron en la descendencia los efectos esperados (González Recio, J.L. (2004) Teorías de la vida, Ed. Síntesis, Madrid.).
Al comienzo del siglo XX la pangénesis fue reemplazada por las leyes de Mendel, lo que llevó a la síntesis evolutiva moderna. El darwinismo en su nueva forma llamada "Neo-Darwinismo", logró una aceptación universal entre los biólogos con la ayuda de nuevas evidencias, tales como las genéticas, confirmando las predicciones de Darwin y refutando otras teorías similares.
Desde entonces, aunque ha habido desacuerdos y nuevas ideas sobre puntos específicos, como el equilibrio puntuado, la teoría misma no ha sido rebatida en el campo de la biología, y es comúnmente descrita como la "piedra angular de la biología moderna".
El Equilibrio puntuado es una teoría del campo de la evolución biológica propuesta por Niles Eldredgey Stephen Jay Goulden 1972. Según los autores, durante la mayor parte del tiempo de existencia de una especie ésta permanecería estable o con cambios menores (periodos de estasis), acumulándose cambio evolutivo durante el proceso de especiación (formación de una especie nueva), que sería una especie de revolución genética breve en términos geológicos.
El gradualismo explica este hecho por las imperfecciones del registro geológico, mientras que según la hipótesis del equilibrio puntuado este hecho sería una consecuencia directa del modo en que las especies evolucionan, haciendo relativamente improbable la fosilización de las formas de transición. Esa improbabilidad aumenta si, como la teoría supone, la especiación se produce sobre todo en situaciones de crisis, en poblaciones de distribución localizada y efectivo reducido.
No se discute el carácter gradual del cambio evolutivo, sino que se niega la uniformidad de su ritmo. Las diferencias entre la "teoría sintética" y la "teoría del equilibrio puntuado" se refieren no solo al tiempo (rápido o lento) de la evolución, sino también al modo en que ésta se despliega. Así, los neodarwinistas defienden que la evolución se desarrolla en el tiempo, básicamente, según un patrón lineal o filogenético, mientras que los puntuacionistas son partidarios de una evolución en mosaico, es decir: ramificada. La idea de aquellos es la sucesión lineal de una especie a otra; para estos, en cambio, una especie ancestral da lugar a múltiples especies descendientes que, a su vez, o se extinguen o continúan ramificándose.
Algunos grupos cristianos, principalmente protestantes, e islámicos se oponen a una teoría que consideran que declara innecesaria la existencia de Dios. La evolución plantea que los humanos no son diferentes de los animales, descubrimiento que hizo que el grupo más ortodoxo de la población religiosa reaccionara en forma sensible. Entre otras estrategias han intentado crear alternativas aparentemente creíbles científicamente para demostrar la veracidad del relato de la creación en las Escrituras, o al menos la existencia de un creador inteligente que, en sucesivos impulsos, pusiera en marcha y encauzara la evolución natural (Diseño Inteligente). Ninguno de estos desarrollos ha conseguido entre los científicos la credibilidad buscada, pero sí una gran influencia política en Estados Unidos, donde la mayoría de la población declara no creer cierta la teoría científica de la evolución y sí la exactitud del relato bíblico del Génesis.
El "diseño inteligente" no sólo no ha tenido buena acogida en la comunidad científica, sino que tampoco ha sido apoyado por la justicia de los Estados Unidos, que dictaminó que era "inconstitucional la enseñanza del diseño inteligente en las escuelas por ser un "argumento religioso" y que "es una redenominación del creacionismo, no una teoría científica".
Otros dogmáticos sostiene objeciones contra la “moralidad” de la evolución, argumentando falazmente (Argumento ad consequentiam), que la enseñanza del evolucionismo degrada los valores morales y fomenta la irreligión y el ateísmo. Los movimientos creacionistas anti-evolución aún utilizan el Darwinismo social para tratar de desacreditar la teoría de la evolución establecida por la Síntesis evolutivamoderna y el descubrimiento de ADN, que dictaminaron que la evolución biológica es una realidad objetiva con credibilidad suficientemente empírica.
La Ortogénesis sostiene la hipótesis biológica según la cual la vida tiene una tendencia innata a evolucionar de un modo unilineal debido a alguna "fuerza directriz", ya sea interna o externa. Ya hemos hablado de ella en artículos anteriores (La neo-ortogénesis III, La neo-ortogénesis II, Regresión en el Homo sapiens actual, Regresión evolutiva en los homínidos, Ejemplos de regresión evolutiva, La regresión evolutiva, La neo-ortogénesis, Ortogénesis o evolución hacia un fin último. Entre sus proponentes destacan Theodor Eimer, que popularizó el término con su obra 'on Orthogenesis' de 1898 y el ruso Lev Bergquien desarrolló una variante llamada nomogénesis, en la que proponía que la fuerza directora de la evolución eran mutaciones masivas.