Las barbaries cometidas por los sionistas y su historia son contadas de manera muy diferente por sus protagonistas, quienes alardean de justicia y magnanimidad en sus decisiones.
Cada vez que los sionistas ocasionan una matanza, sale a luz la havlagá, la doctrina de la contención, creada por las organizaciones sionistas durante la década de 1920 y especialmente 1930. La doctrina se basó en la auto-contención y en el uso moderado de respuestas defensivas ante los ataques de grupos árabes que hostigaban continuamente a los poblados judíos durante el Mandato Británico de Palestina. Sus principios fundamentales eran el fortalecimiento y la abstención de tomar venganza sobre los árabes por atacar a civiles inocentes.
Intifada: lanzamiento de piedras por los palestinos.
La havlagá es presentada por los historiadores sionistas como la prueba irrefutable de la “humanidad”, de la “compasión”, de la “responsabilidad” con que se encara la instalación de una sociedad sionista en el seno de Palestina. En una palabra, como la prueba de una cierta excelencia moral, inherente al ser judío, dirían los sionistas.
Pruebas “irrefutables” de la contención con la que responden los judíos
Pero esta falsa contención, al principio, no fue sino una cautela para no irritar demasiado a la población palestina. Pero cuando aumentó el número de inmigrantes judíos y fueron armados abundantemente, la havlagá comenzó a desaparecer, siendo sustituida por la planificación fría de los atentados, por un terrorismo programado, destinado a transferir a los palestinos lejos de su patria.
Actualmente, el ensalzamiento de la havlagá sólo les sirve para justificar las peores atrocidades diseñadas a través de planes maestros de los servicios secretos judíos en colaboración con los americanos. La moral y la conciencia no existe.
Mazin Qumsiyeh, palestino cristiano, biólogo, en Compartir la tierra de Canaán [39] ha recopilado una serie de acciones violentas de las cuales han sido pioneros en Palestina los sionistas, en contra de lo que dispone el imaginario social occidental y el pensamiento dominante, según el cual la violencia ha comenzado las más de las veces desde los palestinos.
- Primer asesinato político, por razones ideológicas, 1924. No será contra árabes palestinos sino contra judíos no sionistas. [v. ut supra, asesinato del poeta Jacob de Haan]. Es de señalar que tampoco el segundo asesinato político, premeditado y finamente calculado, recaerá sobre árabes, sino contra británicos, en 1946;
- Primer sabotaje a oleoducto (1932);
- Primer atentado a barcos (1940): en un curioso conflicto entre tendencias sionistas, el atentado al vapor Patria significó la muerte de 268 judíos a bordo del barco, y el hundimiento de un enorme cargamento de armas que Ben Gurión no quería que fortaleciera a sus adversarios en la puja por el establecimiento del Estado de Israel. La bomba la colocó un terrorista del Haganah llamado Munia Mandor.
El vapor Patria hundiéndose (1940). Fuente: Blitzkrieg!!
- Primer auto-bomba, contra el Hotel King David, con decenas de asesinados británicos, árabes palestinos, judíos y extranjeros (1946);
tentado al hotel Rey David. Fuente: Wikipedia
- Primera carta-bomba (1947); contra políticos británicos;
- Primer ataque contra autobuses (con civiles cualesquiera)(1947);
- Primer ataque a cafés (con civiles cualesquiera) (1947);
- Primer atentado a trenes (de pasajeros, casi cien víctimas mortales) (1947);
- Primer secuestro de aviones (1954).
Entre 1947 y 1948, las fuerzas militares israelíes arrasarán entre 400 y 500 aldeas palestinas, arrancándolas de cuajo o despoblándolas y adueñándose del botín. En una veintena de tales expulsiones o arrasamientos habrá matanzas, como la de Lod (unos 250 asesinados) o la de Deir Yassin (por lo menos unos 75 asesinados; otras versiones acrecientan mucho ese guarismo).
En 1948, el buque de carga Altalena, fue atacado por la marina de guerra con cañoneras israelíes frente a las costas de Kfar Vitkin. Dieciséis hombres murieron y decenas más resultaron heridas al ser rematadas con ametralladoras pesadas pesada y fuego de mortero. La orden fue de David Ben-Gurión.
Ante estos ataques judíos la población palestina reaccionó con la formación de guerrilleros, cosa que ocurrió tardíamente, en la década de los años 60 del siglo pasado. Los secuestros palestinos de aviones no empezarán hasta los ’70 y las inmolaciones serán el fruto de la desesperación cuando el acoso sionista a la sobrevivencia cotidiana palestina alcance grados insoportables en la década de los 90.
En estos últimos veinte años han arreciado por parte de los servicios secretos israelíes asesinatos selectivos (a menudo totalmente inmersos en “daños colaterales”, es decir acompañados de muertes varias de inocentes). Tales asesinatos tienen rango político, institucional: a menudo se los analiza previamente en el parlamento israelí.
Respecto del sentido de la havlagá, su presencia o su función de enmascaramiento, nos pueden servir de penoso ejemplo las atrocidades vividas en Gaza entre el 27 de diciembre de 2008 y el 18 de enero de 2009, casi siempre disimuladas por los medios sionistas.
Notas:
39. Editado por Editorial Canaán, Buenos Aires, 2007
El conflicto judeo-palestino