Los genocidios del capitalismo los ha habido por todo el mundo. No se trata aquí de confeccionar listas a favor o en contra del liberalismo o del comunismo, pues todo se puede hacer. Sencillamente, los lectores occidentales casi siempre leen sobre lo malo que es el comunismo, una ideología tildada de doctrina atea defendida por personas malvadas. Eso era lo que pensaban las “personas de bien” sobre los soviéticos y, ahora, sobre los rusos: los americanos han sido muy buenos creando un chivo expiatorio al que culpar de todos sus males.
Los comunistas son caracterizados como auténticos demonios
Por eso, creo que darles a probar un poco de su medicina –quizás con algo de demagogia, pero menos que la que suelen ellos utilizar- no estaría nada mal. Los ciudadanos normales no es preciso que seamos “personas de bien”, como se autocalifican los de la derecha. Nosotros solemos conformarnos con no ser ladrones, ni asesinos… sólo honrados trabajadores que vivimos del sudor de nuestro trabajo y no del trabajo de los demás.
Desde sus comienzos, los capitalistas han explotado a los trabajadores con jornadas interminables de trabajo y bajos sueldos. También se han aprovechado del trabajo de sus hijos pequeños haciéndoles excavar por túneles peligrosos y extraer minerales de las entrañas de la tierra sin importarles para nada su salud. No ha sido raro que matasen de hambre a los trabajadores cuando sus ganancias disminuían. Entre 1845 y 1849 murieron cerca de 2 millones de irlandeses a causa de la política colonial británica, aunque estos le dieron la culpa al hongo (phytophthora infestans) conocido como roya. El campo irlandés era propiedad de los ingleses, pero lo cultivaban los irlandeses produciendo grandes cantidades de trigo que eran exportados íntegramente a Inglaterra; a cambio, los señores ingleses les dejaban a los campesinos cultivar pequeñas huertas de patatas. La situación de sometimiento irlandés bajo los británicos fue la causa de que la enfermedad de la patata tuviera tan trágicas consecuencias: mientras los patatales morían, los trigales gozaban de buena salud pero los irlandeses no podían acceder a este alimento pues pertenecía a los terratenientes ingleses.
En 1871, tras la derrota de Luis Bonaparte frente a Bismarck, los trabajadores franceses toman el poder en Paris, instaurando el gobierno de la Comuna. La burguesía francesa y alemana se confabuló para reprimir a la clase obrera. El liberal Thiers encabezó la represión. Resultado: cerca de 100.000 trabajadores asesinados, decenas de miles de detenidos y más de 7.000 deportados.
Las políticas liberales y maltusianas del colonialismo británico ocasionan grandes hambrunas (1871-1902) en India, China, Brasil, Etiopia, Corea, Vietnam, las Filipinas y la isla de Nueva Calcedonia, que provocan cerca de 60 millones de muertos. A destacar las hambrunas indias de 1876-1879, cuyo responsable directo fue el virrey británico Lytton, que costó la vida a más de 10 millones de personas y la de 1896-1902, provocada por el racista virrey George Curzon, que causaron 19 millones de muertos. También una terrible hambruna asolo la India décadas más tarde, en 1943-1944, costando alrededor de 4 millones de muertos cuya responsabilidad recae sobre el imperio británico. Esta hambruna sirvió de acicate para la lucha por la independencia en la India.
Imagen perteneciente al genocidio causado por el virrey británico Lytton
Amputaciones de brazos y manos a los trabajadores congoleños que “holgazaneaban” según los dominadores belgas y el rey Leopoldo II.
En 1898 los EEUU se anexionan Filipinas, tras prometerles la soberanía y la independencia, matan a más de 20.000 militares filipinos y masacran a la población: las víctimas sobrepasaron el millón de personas. Por eso este evento también se le llama de Genocidio filipino.
Filipinos muertos en el primer día de la guerra. Fuente: Wikipedia
Imagen de prensa mostrando la infame orden dada por el general Smith «MATAD A LOS MAYORES DE DIEZ (años)» New York Journal, 5 de mayo de 1902. Fuente: Wikipedia. Entre los más de un millón de muertos filipinos, la mayoría fueron hispanoparlantes, ya que eran los de este habla los que mejor entendían los conceptos de independencia y libertad y los que escribieron obras en idioma español sobre dichas ideas (Luciano de la Rosa, "El Filipino: Origen y Connotación". Manila, 1960)
En 1902 los británicos invaden Sudáfrica, para arrebatársela a otros imperialistas -los Boers holandeses-, provocando una guerra que causa más de 100.000 muertes. Los británicos utilizaron campos de concentración que servirían de ejemplo a Hitler para sus campos de exterminio.
Dos imágenes de los campos de prisioneros Boer en Krugersdrop, Sudáfrica, por obra y gracia del Imperio Británico.
Entre 1904 y 1907 los imperialistas alemanes exterminaron en namibia de 65.000 a 100.000 hereros (el 70% de la población) y 10.000 namaquas (50% total de la población namaqua). En Namibia cerca de 4.000 propietarios de terrenos, en su mayoría blancos, poseen más del 50% de las tierras cultivables en todo el país. Cuando el país se conocía como África del Sudoeste, las minorías blancas disfrutaron de una posición privilegiada gracias a las leyes del apartheid y la segregación estricta de la población negra.
El 12 de enero de 1904, los pueblos herero, liderados por Samuel Maharero, se rebelaron contra el dominio colonial alemán. En agosto, el general alemán Lothar von Trothaderrotó a los herero en la Batalla de Waterbergy los expulsó al desierto de Omaheke, donde la mayoría de ellos murieron de sed. En octubre, los namaqua también se rebelaron contra los alemanes sólo para sufrir un destino similar. El Genocidio Herero-Namaqua (1904-1907)es el primero genocidio del siglo XX. A los indígenas que huyeron de la violencia se les impidió regresar del desierto de Namib. Algunas fuentes también afirman que el ejército colonial alemán envenenó sistemáticamente los pozos del desierto.
En 1926, los sobrevivientes, la mayoría de los cuales eran mujeres y niños, fueron finalmente puestos en campos de concentración , como el de la Isla del Tiburón, donde las autoridades alemanas les obligaron a trabajar como mano de obra esclava para los militares y los colonos alemanes, todos los prisioneros fueron clasificados en grupos aptos y no aptos para el trabajo, y se expidieron los certificados de defunción pre-impresos, indicando "la muerte por agotamiento después de las privaciones". Muchos Herero murió después de una larga enfermedad, el exceso de trabajo y la desnutrición.
Imagen extraída de German South West Africa, que incluye numerosa información sobre el tema. Ver también el libro Concentration camps and prisoners-of-war in Namibia, 1904-08. Fuente: El País
Campos, como el de Windhoek, mostraron tasas de mortalidad de hasta un 61%. La comida en los campamentos era sumamente escasa, consistente tan sólo en arroz hervido. Los tiroteos, ahorcamientos y las palizas eran comunes, y los guardines trataban a los trabajadores forzosos con dureza. Experimentos médicos se llevaron a cabo en el pueblo herero y nama por los alemanes, similares a los que hicieron a los judíos europeos durante el Holocausto. Eugen Fischer, un antropólogo alemán, experimentó con los hijos de pueblo herero y mulatos (hijos de mujeres herero y los hombres alemanes): centenares de ojos, cráneos, penes y otras partes del cuerpo fueron arrancadas de los cadáveres, metidas en formol y envidas a Alemania para el estudio y experimentación con ellos.
Otros experimentos fueron realizados por el Dr. Bofinger, que inyectó a los enfermos Herero que sufrían de escorbuto con diferentes sustancias como el arsénico y el opio, posteriormente se dedicó a investigar los efectos de estas sustancias mediante la realización de las autopsias de los cadáveres. Con el cierre de los campos de concentración, los herero supervivientes fueron distribuidos como mano de obra para los colonos de la colonia alemana, y desde ese momento en adelante, todos los Herero sobre la edad de siete años se vieron obligados a usar un disco de metal con su número de registro de trabajo, estándoles prohibido poseer tierras o ganado, algo terrible para ellos que eran una sociedad pastoril. Se cree que el genocidio de Herero y Namaqua influenció a los nazis y a la Alemania nazi.
Sobre los genocidios ingleses y alemanes:
-Mike Davis, Los holocaustos en la era victoriana tardía(PUV, Valencia, 2006).
-David Olusogay Casper Erichsen: The Kaiser’s Holocaust: Germany’s Forgotten Genocide and the Colonial Roots of Nazism (Faber & Faber, 2010).